Es parte de la naturaleza humana buscar explicaciones a las diversas incógnitas que se nos presentan a lo largo de la vida. Cuestionar es parte de nuestra humanidad, algunos en mayor o menor medida, pero al final siempre está presente el llamado gusanito de la curiosidad.
Durante nuestro crecimiento y nuestra formación escolar nos enseñan una cantidad de normas, formas y procedimientos socialmente correctos, y ¡EPA! Yo no sé ustedes pero yo, en mi cabecita de niña introvertida, me cuestionaba el porqué de todo lo que se me enseñaba, me parecía que todo podía ser de otra forma, que podía tener una solución más sencilla, que podía tener otra respuesta cualquiera que fuera el caso.
"Mamá, ¿por qué hay que cruzar por aquí?, ¿no se puede por allá?"
"Mamá, ¿por qué las mujeres tienen bebés?, ¿todas tenemos que tener bebés cuando seamos grandes?, ¿por qué?"
"Mamá, ¿los inválidos tiene familia?"
Entonces así, y como la de muchos otros, se fue mi infancia, haciendo preguntas a veces un tanto incómodas, otras a las cuales nadie quería dar respuesta y otras por las que ni siquiera me preocupé en buscarla.
¿No han notado que las instituciones encargadas de nuestra formación académica algunas veces terminan por cortar las alas de nuestra curiosidad? En fin, ese es un tema más extenso, ¿material para otro blog tal vez?
Esa minuciosa búsqueda de mi infancia quedó aplacada por un tiempo, dormida digamos, y cuando pensé que estaba contenta con las respuestas empezó en mi una inconformidad interna, muy pequeña al principio, que con las situaciones correctas y las personas indicadas tuvo un inmediato efecto "bola de nieve". Sí, creció, ¡y creció mucho!
Buenos y malos profesores, amigos de verdad, panas, amores, colegas, jefes, niños y sus madres en el vagón del subterráneo, viejitos en la cola (cualquiera de las muchas que se hacen en esta ciudad), mi madre, mi padre, de todos ellos he escuchado algo que alimenta mi curiosidad, y en los temas más variados, debo decir.
Ahora bien, no hay respuestas definitivas para todos los temas, no hay verdades absolutas, y definitivamente no hay una sola forma de ver y hacer las cosas, de hacer la vida en general.
Somos muchos y opinamos todos, vivimos distintas realidades y tenemos diferentes respuestas, eso es lo fascinante de este viaje; y qué importa si estamos del "lado oscuro de la fuerza", en el buen sentido, si llegamos allí por conclusión propia, por esa magnífica condición humana a la que llamamos libre albedrío.
Lleno de incógnitas está el mundo, y lleno de explicaciones también, yo solo me encargaré de buscar los puntos medios, de confrontar las realidades y llegar a mi propia verdad. Si lo haces tú conmigo me aligerarás la carga, querid@. ;)
Gracias, querida amiga por animarme a la aventura.
Gracias totales, Clarita.
Mi amiga Clara la del omnibus
Buenos y malos profesores, amigos de verdad, panas, amores, colegas, jefes, niños y sus madres en el vagón del subterráneo, viejitos en la cola (cualquiera de las muchas que se hacen en esta ciudad), mi madre, mi padre, de todos ellos he escuchado algo que alimenta mi curiosidad, y en los temas más variados, debo decir.
Ahora bien, no hay respuestas definitivas para todos los temas, no hay verdades absolutas, y definitivamente no hay una sola forma de ver y hacer las cosas, de hacer la vida en general.
Somos muchos y opinamos todos, vivimos distintas realidades y tenemos diferentes respuestas, eso es lo fascinante de este viaje; y qué importa si estamos del "lado oscuro de la fuerza", en el buen sentido, si llegamos allí por conclusión propia, por esa magnífica condición humana a la que llamamos libre albedrío.
Lleno de incógnitas está el mundo, y lleno de explicaciones también, yo solo me encargaré de buscar los puntos medios, de confrontar las realidades y llegar a mi propia verdad. Si lo haces tú conmigo me aligerarás la carga, querid@. ;)
Gracias, querida amiga por animarme a la aventura.
Gracias totales, Clarita.
Mi amiga Clara la del omnibus
ohhhh Que linda Aimara!!!! Casi muero de la risa con tus preguntas de niña!!!!
ResponderEliminarJAJAJAJAJAJA esa fue la más épica!
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